LA MENTE TRANQUILA

"Habían cuatro almas dispuestas para cuatro personas. Antes de que eso sucediera Dios quiso conversar con ellas. Después de intercambiar impresiones,

les hizo una pregunta concreta: ¿que deseáis para vuestra existencia?

Una de las almas dijo:

-Señor, quiero nacer en una familia rica y tener así la oportunidad de gozar de exquisitos placeres durante mucho tiempo.

Otra alma habló a continuación:

-Yo anhelo viajar por el mundo, disfrutar de tierras exóticas y conocer todo tipo de personas y costumbres.

La tercera dijo:

-Me gustaría encarnarme en una persona muy poderosa y ser famosa e influyente. Quiero que todo el mundo me conozca, ser célebre.

La última alma guardaba silencio. Dios tuvo que insistir para que hablara.

-Bueno, dinos qué quieres tú - le dijo.

-Señor-respondió-, la verdad es que no deseo nada especial. No quiero ser una persona rica, ni influyente ni poderosa, ni siquiera viajar y conocer otras tierras. Nada de eso me atrae. Pero hay algo que si quiero y es que me obsequies con una mente que me permita vivir en paz y contento, que pueda disfrutar de lo que posea, ya sea mucho o poco. Eso te pido, Señor, una mente tranquila y atenta"

 

(Libro Tu manera de ver la vida)